Un escándalo en Bohemia de Arthur Conan Doyle

Capítulo I Para Sherlock Holmes, ella siempre es "la mujer". Rara vez la llama por otro nombre. A sus ojos, ella se destaca por encima de todas las demás mujeres. No es porque ame a Irene Adler. Holmes encuentra las emociones, especialmente el amor, desagradables. Su mente es fría, precisa y perfectamente equilibrada. Es como una máquina perfecta de razonamiento y observación. Como amante, estaría fuera de lugar. Solo habla de emociones con sarcasmo. Las emociones son útiles para entender los motivos y acciones de las personas. Pero para un pensador lógico como él, las emociones son una distracción. Podrían estropear su pensamiento claro, como arena en una máquina sensible o una grieta en una lente. Sin embargo, solo hay una mujer para él, y esa es Irene Adler, quien tiene un pasado misterioso y cuestionable. No he visto mucho a Holmes últimamente. Mi matrimonio ha hecho que nos distanciemos.