Junto a un bosque en un país lejano, hay un arroyo con un molino al lado. El molinero vive cerca y tiene una hija hermosa. Ella es inteligente y astuta. El molinero está tan orgulloso de ella que le dice al rey, que estaba cazando en el bosque, que su hija puede hilar paja en oro. Al rey le encanta el dinero, así que se interesa y llama a la chica. La lleva a una habitación en su palacio llena de paja y le da una rueca. Él dice: "Debes hilar esta paja en oro para la mañana, o si no." La chica intenta explicar que su padre solo estaba presumiendo y que no puede hacerlo, pero el rey cierra la puerta con llave y la deja sola. Ella se sienta en un rincón, llorando por su mala suerte. De repente, la puerta se abre y un hombrecito de aspecto gracioso entra. Él dice: "Buenos días, querida. ¿Por qué lloras?" Ella responde: "Tengo que hilar esta paja en oro, pero no sé cómo." El hombrecito pregunta: "¿Qué me darás si lo hago por ti?" Ella le ofrece su collar. Él acepta, se sienta en la rueca y comienza a silbar y cantar: "Alrededor, alrededor, ¡Mira!"