Rapunzel de Los Hermanos Grimm

Érase una vez un hombre y una mujer. Quieren tener un hijo, pero no tienen éxito. Desde una pequeña ventana en su casa, ven un hermoso jardín lleno de flores y hierbas. Este jardín tiene un muro alto alrededor y pertenece a una poderosa hechicera. Todos le tienen miedo, así que nadie se atreve a entrar. Un día, la mujer mira por la ventana y ve unas plantas de rapunzel. Se ven tan frescas y verdes que realmente quiere comerlas. Su deseo por el rapunzel se hace más fuerte cada día, y se enferma mucho porque no puede tenerlo. Su esposo está preocupado y pregunta: "¿Qué te pasa, querida esposa?" Ella responde: "Si no consigo algo de rapunzel del jardín detrás de nuestra casa, moriré." El hombre la ama mucho y piensa: "Debo conseguirle algo de rapunzel, cueste lo que cueste." Así que, cuando oscurece, escala el alto muro hacia el jardín de la hechicera. Rápidamente desentierra algo de rapunzel y se lo lleva a su esposa. Ella hace una ensalada y la come con avidez. Sabe tan bien que al día siguiente quiere aún más. Para mantenerla feliz, el hombre tiene que volver al jardín otra vez. Así que, esa noche, se pone en camino una vez más.