El patito feo de Hans Christian Andersen

Es muy agradable en el campo. Es verano. El maíz está amarillo, la avena está verde, y el heno está apilado en los prados. Una cigüeña camina con sus largas patas rojas. Hay grandes bosques y lagos profundos alrededor de los campos y prados. Es realmente placentero en el campo. Bajo el sol, una vieja casa solariega se alza con un profundo foso a su alrededor. Plantas altas crecen desde las paredes hasta el agua. Un niño podría pararse bajo las plantas más grandes. Es tan tranquilo allí como en un bosque espeso. Una Pata se sienta en su nido, esperando que sus Patitos nazcan. Está cansada porque toma mucho tiempo, y no tiene muchas visitas. Los otros Patos prefieren nadar en el foso en lugar de sentarse con ella bajo una hoja de muelle. Finalmente, los huevos comienzan a romperse, y pequeñas voces dicen, "¡Pip! ¡pip!" Los Patitos cobran vida y asoman sus cabezas. "¡Cuac, cuac!" dice la madre Pata. Los Patitos intentan decirlo también y miran alrededor bajo las hojas verdes. Su madre les deja mirar porque el verde es bueno para sus ojos. "Qué grande es el mundo," dicen los pequeños. Ahora tienen mucho más espacio que cuando estaban en los huevos. La madre Pata pregunta, "¿Creen que este es todo el mundo?"