Illustration for Jack and the Beanstalk page 1

Jack y los frijoles mágicos de Joseph Jacobs

Había una vez una pobre viuda que tenía un único hijo llamado Jack y una vaca llamada Blanca-Leche. Todo lo que tenían para vivir era la leche que la vaca daba cada mañana, la cual llevaban al mercado y vendían. Pero una mañana, Blanca-Leche no dio leche, y no sabían qué hacer. "¿Qué haremos, qué haremos?" dijo la viuda, retorciéndose las manos. Ánimo, madre. Iré a buscar trabajo en algún lugar," dijo Jack. "Hemos intentado eso antes, y nadie te aceptaría," dijo su madre. "Debemos vender a Blanca-Leche y con el dinero abrir una tienda o algo." "Está bien, madre," dijo Jack. "Hoy es día de mercado. Pronto venderé a Blanca-Leche, y luego veremos qué podemos hacer." Así que tomó el cabestro de la vaca en su mano y se puso en marcha. No había ido muy lejos cuando se encontró con un anciano de aspecto curioso que le dijo: "Buenos días, Jack." "Buenos días a usted," dijo Jack, y se preguntó cómo sabía su nombre. "Bueno, Jack, ¿y a dónde vas?" dijo el hombre. "Voy al mercado a vender nuestra vaca allí." "Oh, pareces el tipo adecuado para vender vacas," dijo el hombre. "Me pregunto si sabes cuántas habas hacen cinco." "Dos en cada mano y una en la boca," dijo Jack, tan agudo como una aguja. "Tienes razón," dijo el hombre. "Y aquí están, las mismas habas," continuó, sacando de su bolsillo un número de habas de aspecto extraño. "Como eres tan listo," dijo, "no me importa hacer un trueque contigo -- tu vaca por estas habas." "Vamos," dijo Jack. "¿No te gustaría?"

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